La Pola, heroína de la independencia y musa de la literatura colombiana

Policarpa Salavarrieta Ríos (San Miguel de Guaduas, 26 de enero de 1797-Santafé, 14 de noviembre de 1817), más conocida como la Pola, fue una heroína que espió para las fuerzas independentistas criollas durante la Reconquista española.​Se le considera una heroína de la independencia colombiana. Fue ejecutada en la Plaza Mayor de Bogotá.

Biografía

Policarpa se crio en una familia acomodada, que tenía lo suficiente y era respetada en la villa de Guaduas, pero no poseía ningún estatus de hidalguía. ​El testamento de su padre, don Joaquín Salavarrieta, lo muestra como un hombre de fortuna regular, que había emprendido negocios de agricultura y comercio. En el de su madre, doña Mariana Ríos, figuran ropas abundantes, alhajas de precio y menaje doméstico no escaso. Fue la quinta de siete hermanos. La casa de la familia Salavarrieta Ríos en Guaduas, que se conserva aún, convertida en museo, no es la más prestante, suntuosa o bien construida de la villa, pero tampoco es pequeña ni miserable.

La familia Salavarrieta Ríos se trasladó a vivir a Bogotá en 1797. Se establecieron en una casa baja de tapia y teja, del barrio de Santa Bárbara. En 1802 se extendió una epidemia de viruela en la capital, a causa de la cual murieron el padre, la madre y dos hermanos de Policarpa: Juaquín y María Ignacia. Después de esta tragedia, la familia Salavarrieta Ríos se disolvió: José María y Manuel ingresaron a la comunidad agustina; Ramón y Francisco Antonio viajaron a Tena e ingresaron a trabajar en una finca; Catalina, la hermana mayor, resolvió trasladarse de nuevo a Guaduas, alrededor de 1804, con sus dos hermanos menores: Policarpa y Bibiano. Se establecieron en la casa de la madrina Margarita Beltrán, hermana de Manuela, hasta que Catalina se casó con Domingo García, y sus dos hermanos se fueron a vivir con la nueva pareja.

Del tiempo que la Pola vivió en Guaduas hay poca información, parece que se desempeñó como costurera y algunos afirman que enseñó en la escuela pública. Guaduas es entonces un sitio de obligado tránsito entre la capital y el río Magdalena, columna vertebral del país; viajeros notables, arneros, productos y noticias de todos los sucesos atravesaban constantemente la villa. En estos tiempos de guerra, Policarpa Salavarrieta compartió con su familia el espíritu patriota. Su cuñado, Domingo García, murió luchando al lado del prócer don Antonio Nariño en sus Campañas del Sur, y su hermano Bibiano fue veterano de las mismas.

Actividad política

Policarpa Salavarrieta participó en el grito de independencia del 20 de julio de 1810 a sus 14 años. Más adelante, sus actividades durante la época independentista estuvieron especialmente vinculadas con el ejército patriota de los Llanos: recibía y mandaba mensajes, compraba material de guerra, convencía individualmente a jóvenes y les ayudaba a adherirse a los grupos patriotas. Experta en espionaje, Policarpa se volvió rápidamente indispensable para la causa patriota. Trabajaba siempre al lado de algún compatriota como su hermano Bibiano, pero su compañero de trabajo más importante fue Alejo Sabaraín, quien había luchado junto a Nariño en el sur, y había sido capturado en 1816. Al año siguiente lo cubrió el indulto y, libre, se dedicó al espionaje. Las actividades de Policarpa tal vez no hubieran resultado sospechosas para los realistas de no ser por la huida de los hermanos Almeyda, que fueron capturados con documentos que comprometían a La Pola, además de la delación de Facundo Tovar, un granadero venezolano infiltrado enviado por los españoles,​quien comprometió más a La Pola y a su prometido Alejo Sabaraín tras saberse del reclutamiento de soldados para el Ejército Libertador.

Prisión y patíbulo

El arresto de Alejo Sabaraín fue el elemento definitivo para la captura de La Pola, pues Sabaraín tenía una lista de nombres de realistas y de patriotas que La Pola le había entregado. Hasta ese momento, Policarpa se había podido mover hábilmente por la ciudad porque estaba recién llegada y muy poca gente la conocía; además, su juventud e inteligencia le habían permitido desenvolverse con gran capacidad. El sargento Iglesias, el principal agente español en la ciudad, fue comisionado para encontrarla y arrestarla. Policarpa fue detenida en la casa de doña Andrea Ricaurte de Lozano, y encerrada en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario convertido en cárcel.

El 10 de noviembre de 1817, el Consejo de Guerra la condenó a muerte junto con Sabaraín y otros patriotas más. La hora y fecha determinadas para el fusilamiento fueron las nueve de la mañana del viernes 14 de noviembre de 1817. La Pola marchó con dos sacerdotes a los lados. Se ordenó a los condenados ponerse de espaldas porque así deberían morir los traidores al Reino de España, pero ellos solicitaron permiso para ponerse de rodillas, por considerar que esta era una posición más religiosa y apropiada.4

Quedaron registradas las palabras que pronunció al subir al patíbulo, dirigidas al pueblo que iba a presenciar su ejecución:

Viles soldados, volved las armas a los enemigos de vuestra patria. ¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conociérais el precio de la libertad! Pero no es tarde: ved que ―aunque mujer y joven― me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. No olvidéis este ejemplo […] Miserable pueblo, yo os compadezco. ¡Algún día tendréis más dignidad! […] Muero por defender los derechos de mi patria.

Policarpa Salvarrieta

Su cuerpo no fue expuesto en las calles de Bogotá como los de sus compañeros por ser el de una mujer. Sus hermanos sacerdotes lo reclamaron y lo guardaron en la iglesia de San Agustín.

Trascendencia histórica

Policarpa Salavarrieta  es considerada la mujer más representativa de la revolución independentista colombiana. En su época, la ejecución de una mujer joven por un crimen político movió a la población y creó una gran resistencia al régimen del terror impuesto por Juan Sámano. Si bien muchas mujeres fueron igualmente asesinadas durante la ocupación española, el caso de La Pola cautivó la imaginación popular. Su muerte inspiró a poetas, escritores y dramaturgos para inmortalizar su historia, siempre resaltando su valentía y coraje.

El 9 de noviembre de 1967, en virtud de la Ley 44 del Congreso de la República de Colombia y firmada por el presidente Carlos Lleras Restrepo, declaró en su segundo artículo el día 14 de noviembre «Día de la Mujer Colombiana» en honor de la conmemoración de la muerte de «Nuestra Heroína, Policarpa Salavarrieta».

Como homenaje a la memoria de nuestra ilustre mártir de la independencia, en BiblioColombia ponemos a disposición de todos los colombianos las siguientes obras escritas en su memoria;

Policarpa Novela Histórica  –  Constancio Franco Vargas  (Novela)

La Pola – Drama Histórico – Jenaro Santiago Tanco (Drama – Teatro)

La Pola – Medardo Rivas  (Drama – Teatro)

La Pola – José Domínguez Roche – (Drama – Teatro)

Policarpa – Roberto Rojas Gómez  (Drama – Teatro)

 

Referencias

 

Policarpa Salavarrieta. En wikipedia.org

Policarpa Salavarrieta– banrepcultural.org

Policarpa Salavarrieta: heroína por excelencia de la República. banrepcultural.org

 

Related posts

Leave a Comment